La mayoría de los especialistas médicos de urgencias coinciden en que los primeros minutos de una urgencia son los más determinantes. El tiempo que transcurre entre detectar un evento, llamar a los servicios de emergencia y la llegada de los especialistas, puede ser muy largo para el paciente.
Los servicios de atención de emergencias médicas españoles están catalogados como uno de los mejores del mundo. Su personal sanitario (médicos, enfermeros y técnicos en emergencias) cuentan con una preparación de primer nivel mundial. Asimismo, las ambulancias cuentan con el equipamiento necesario para atender cualquier tipo de emergencia.
Sin embargo, aunque contemos con toda una estructura de servicios de primera, algunas patologías se desarrollan en cuestión de pocos minutos, siendo demasiado tarde cuando llegan los servicios sanitarios.
Ante un infarto cada segundo cuenta
Según la Sociedad Española de Cardiología, cada año mueren en España más de 50.000 personas por eventos cardiovasculares, incluyendo infartos de miocardio y parada cardíaca. Cada minuto que transcurre entre el evento y la respuesta médica, la probabilidad de supervivencia se reduce en un 10%. Pasados 10 minutos tras un ataque cardíaco, la probabilidad de sobrevivir de una persona es mínima.
¿Se pueden evitar algunas muertes?
Los especialistas en emergencias y cardiólogos coinciden en un punto crucial: Más de la mitad de las muertes se pueden evitar con una respuesta inmediata. Es por ello que las sociedades científicas han puesto el acento en la necesidad de contar con medidas de atención temprana. Ante un evento cardiovascular, la esperanza de supervivencia de un paciente puede transformarse positivamente contando con las herramientas adecuadas.
Cualquier persona con un mínimo entrenamiento en técnicas de reanimación cardiopulmonar puede ser un instrumento de salvación ante un paro cardíaco. Mientras se espera la llegada de los especialistas de emergencias, las técnicas de RCP y el uso de un desfibrilador pueden salvar más de 30.000 vidas al año. El uso de un desfibrilador externo semiautomático (DESA) puede ser la herramienta más eficaz de respuesta inmediata.
Actualmente, más países europeos alientan a la población a disponer de estos aparatos en sitios de alta concurrencia pública como restaurantes o centros comerciales.
El desfibrilador en comunidades de vecinos
Se estima que más o menos el 70% de las incidencias cardíacas ocurren en el ámbito del hogar. Por lo tanto, la necesidad de contar con equipos de respuesta inmediata y cercana al lugar de ocurrencia, puede marcar la diferencia. Contar con desfibriladores en comunidades de vecinos puede significar un avance en la prevención de la mortalidad causada por eventos cardíacos en España.
Desfibrilador externo semiautomático
Un desfibrilador externo semiautomático es uno de los equipos fundamentales para la reanimación de un paciente y que incrementa su supervivencia en un 90%. La gran ventaja de estos equipos es que no requieren de un entrenamiento profundo para su uso, ya que cuentan con un eficiente sistema de instrucciones. Además, son equipos totalmente portátiles y que no requieren de conexiones externas, programaciones o altos conocimientos tecnológicos.
El equipo indicará al operador cuando debe realizar la descarga y cuando es el momento de continuar con la reanimación. Los equipos de reanimación pueden ser usados por cualquier vecino con un pequeño entrenamiento. Aunque existen poblaciones de riesgo como adultos mayores, personas con obesidad o tabaquismo, un ataque cardíaco puede presentarse en cualquier persona.
La mayoría de las paradas cardíacas se presentan sin previo aviso. Los desfibriladores para comunidades de vecinos pueden salvar la vida de alguno de nuestros vecinos o incluso, la nuestra.