¿Cuánto puede costarle a un centro Educativo un desfibrilador?

¿Cuánto puede costarle a un centro Educativo un desfibrilador?

El paro cardíaco aparece sin previo aviso, llevándose cada año la vida de miles de jóvenes en todo el mundo. Por ello, es importante que los centros educativos estén correctamente preparados para ofrecer soluciones en caso de que esto ocurra, pudiendo salvar la vida de la víctima gracias a un desfibrilador.


Opciones de renting para los centros educativos

El renting es una de las opciones más demandadas, pudiendo obtener, de manera rápida y cómoda, el equipamiento necesario durante el tiempo que más se adapte a tus necesidades. De este modo, se obtienen los derechos a la utilización de todos los servicios, incluidos el mantenimiento o la gestión entre otros, sin tener que hacer frente a un precio del desfibrilador excesivamente alto, que suele rondar entre los 1.600 y 2.800 euros.

Mediante este proceso, un centro educativo puede convertirse en un espacio cardioprotegido en un breve espacio de tiempo, pudiendo asistir así a todas las víctimas que sufran de un paro cardíaco, sean estudiantes, profesores o padres que acuden a informarse.


Un desfibrilador puede salvar a un niño

Aunque en la mayoría de casos los paros cardíacos afectan a personas de 30 años en adelante, eso no significa que un niño no pueda sufrirlo, y siempre sin un aviso previo que haga estar alerta por si sucede.

Cuando se habla de salvar vidas, nos referimos a una responsabilidad en la que todo el mundo debería poder ayudar. No hablamos de sustituir a los servicios de emergencias, pero sí a tener un mínimo de nociones y conocimientos básicos que ayuden a que la víctima pueda seguir adelante, realizando una vida normal.

Hasta que los servicios de urgencias llegan a la zona del suceso, transcurren unos pocos minutos cruciales que son de vital importancia para la víctima. Tener un desfibrilador en un centro educativo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.


Cómo se utiliza un desfibrilador en un niño

El cuerpo de un niño no soporta las descargas eléctricas igual que el de un adulto. Es necesario seguir una serie de pasos para utilizar el desfibrilador en un niño:

  1. Activar la cadena de supervivencia.
  2. Comprobar si tiene pulso.
  3. En caso de que no tenga, es necesario realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras otra persona consigue un desfibrilador.
  4. Con el dispositivo en tus manos (pediátrico o con modulador de energía), descubre el pecho de la víctima y coloca los parches igual que está indicado en el dibujo: el primero en el hombro derecho, por debajo de la clavícula. El segundo, a unos 10 centímetros por debajo de la axila izquierda.
  5. Sigue las instrucciones de voz del desfibrilador y aplica el choque cuando se indique.
  6. Una vez suministrada la descarga eléctrica, vuelve a realizar la RCP hasta que lleguen los servicios de emergencia.

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